Hoy el colaborador de La República, nuestro ex-ministro de justicia Baldo Kresalja reflexiona sobre nuestra fama de delincuentes en tierras extranjeras. Cuantas veces uno no ha escuchado historias de compatriotas que son tratados como ladrones tanto en Japón como en la hermana Bolivia. Y cuantas también uno no ha verificado en las noticias que los cabecillas de bandas delincuenciales son peruanos. Esta vez Baldo nos habla del mito urbano puro; de tres delitos cometidos en una calle de Barcelona, tres delitos imaginarios y uno de ellos tiene como ejecutor a un secuestrador también imaginado pero con patria: un peruano.
Desde ahí parte hacia una reflexión de cambio.
¡¡¡Ay Baldo!!! ¿Cómo no te quedaste en la cartera de justicia para remover a los grandes cabecillas de los medios?
¿Alguno de ellos tendrá la intención de cambiar?
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